LA EMANCIPADA
LA EMANCIPADA
La novela la emancipada fue escrita por el
Dr. Miguel Riofrío; hombre que nació en
¨Las tres leguas¨, un recinto cercano a Loja.
Por medio de este
ensayo doy a conocer un breve resumen de la primera novela Ecuatoriana ¨La
emancipada¨ publicada en 1863 y establecer el contraste de las costumbres en
esa época y la actual; presentando de esta manera un ejemplo del mismo.
La historia trata de una muchacha
huérfana, llamada Rosaura, la cual era hogareña y de un carácter entre tímido y
modesto; tal cual era su madre. Su padre le tenía prohibido leer y hacer cosas
que según él, eran solo de hombres, vivía insultando el nombre de su madre y
culpándola por el carácter liberal de Rosaura. El joven galanteador se llamaba
Eduardo, a él le gustaba elogiar mucho a su lugar natal en sus escritos, era
muy sencillo y de carácter extraordinario, a pesar de haber vivido unos años en
la capital de la República por razones de estudio; ambos jóvenes estaban
profundamente enamorados desde que Rosaura tenía tan solo doce años de edad,
guardaba miedo de que su padre se enterará de sus planes a futuro; aquel se
llamaba Pedro, hombre que vivía acosado por complejos de superioridad, impotente hacia los ojos de los demás y lo
que mayormente le interesaba era estar ligado con gente de dinero.
Los jóvenes
enamorados, vivían atormentados por sus amenazas, no podían conversar
libremente, y optaron por utilizar las cartas como una herramienta de
comunicación; en una de estas Eduardo le da conocer a Rosaura que su padre
habría llegado a un acuerdo con el sacerdote, el cual era un prototipo de la
corrupción de los valores humanos y las autoridades de la parroquia para
hacerla casar con don Anselmo De Aguirre de cuarenta años con facciones propias
de linfáticos, que para ella era un total desconocido, pero para conveniencias
de su padre era un ricachón que vivía en Quillango.
La boda se pacta
para el día de los Santos Reyes, pero a pesar de que algunos amigos de don
Pedro trataron de hacerlo entender de una y de otra manera, él se ratificó en
lo dicho, y aseguró que en la biblia que según él había leído, las hijas
mujeres tendrían que obedecer ciegamente a sus padres y a Dios. El gran día
habría llego y las nupcias fueron aceptadas, muchas voces de asombro se
escucharon cuando Rosaura la muchacha de tan solo dieciocho años, decidió salir
corriendo de inmediato de la iglesia; su padre corrió tras ella intentando
detenerla, pero esta se reveló y declaró
en ese momento con un arma en la mano ser una mujer emancipada, libre, que no
tendría que darle nunca más cuentas de su vida.
Rosaura tomó rumbo
hacia lo desconocido, llegando así a un pueblo y era justamente 24 de mayo en
donde se estaba celebrando alegremente sus festividades, desde ese día comenzó
a vivir allí una vida desordenada, en una casa que solía ser un billar,
pensando todos los días en vengarse de las actuaciones de su padre. Pasados los
días de gran bullicio, la casa de Rosaura estaba siempre cerrada y las noches
en silencio, la gente se preguntaba: ¿Alguna mudanza sustancial habrá
ocurrido?, y la respuesta era no; en uno de los primeros días del mes de
octubre, en que los estudiantes vuelven perezosamente a las faenas de colegio
al entrar a una casa cerca del mismo lugar vieron en el cuarto del zaguán al
comandante de esta guardia observar sobre una manta vieja y con una luz a la
cabecera el cadáver de una mujer que era Rosaura.
El cura que había
causado la perdición de Rosaura cuando supo su muerte subió al pulpito y
platico patéticamente de las desgracias que traen la desobediencia a los
padres, al sacerdote y el irrespeto a los jueces. Don Pedro volvió a culpar de
la muerte de su hija a las instituciones modernas y don Anselmo se vistió de
gala el día que se le dio la noticia de su viudez.
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